Por primera vez en 25 años pareciera ser que mi país, Venezuela, tiene una oportunidad real de lograr un cambio de gobierno por la vía democrática del voto. Sin embargo, intento no emocionarme y mantener mi esperanza al mínimo. La desesperanza aprendida y la indefensa adquirida ya son parte de mi mecanismo de defensa para enfrentar la realidad de mi país. Hemos pasado demasiadas cosas en los últimos años. No quiero ilusionarme en vano. En mi país, tenemos una relación complicada con las elecciones. Conscientemente, unos días antes de las elecciones me abastecí de alimento, porque uno nunca sabe qué pueda ocurrir, y si algo ocurre lo mejor es que te agarre con alimento en casa. En Catia, el barrio donde vivo, se escucha “compren velas, por si acaso”. Todo parece estar normal, sin embargo, tengo una semana que no logro dormir más de 4 horas en la noche. La ansiedad toma mi cuerpo y trato de poner en práctica todas las herramientas que conozco para gestionarla. Un dolor de cabeza aparec
El
pueblo de El Hatillo, que en principio era conocido como “El Jatillo”, comenzó siendo un lugar de paso para los
arrieros que viajaban desde los Valles del Tuy hasta Petare, pero en 1773
Baltazar de León llego de Cádiz para asentarse en un lugar tranquilo, en alguna
zona montañosa de Caracas donde descansar después de una vida ajetreada en
contra de la Corona Española y se encontró con El Hatillo.
El
entusiasmo, liderazgo y las ideas visionarias de Baltazar de León nunca
cesaron, su energía lo lleva a constituir una comunidad y en 1776 inaugura la
Iglesia de Santa Rosalía de Palermo, actualmente el símbolo cultural más
importante de El Hatillo que finalmente es fundado en 1784.
El
Hatillo es el principal lugar de disfrute y de descanso de los que viven en
Caracas debido a la poca distancia. El Hatillo se encuentra ubicado al Sureste
de la capital venezolana, y los fines de semana se encuentra repleta de
personas que van en búsqueda de un poco de paz.
Este
pueblo perteneciente al estado Miranda tiene un encanto propio, sus casas
coloniales, de la época de Baltasar, la cultura que está presente en cada
rincón y que los hatillanos muestran orgullosamente, sus dulces, su chicha, sus
calles, sus plazas y sus iglesias forman parte de dicho encanto.
¿Cómo llegar?
Para
movernos en transporte público hasta El Hatillo hay dos opciones. La primera es
irse en metro hasta la estación Altamira, ubicarnos en la San Juan Bosco y
dirigirnos al sur, exactamente al suroeste de Plaza Francia, desde allí se toma
un MetroBus que llega hasta El Hatillo.
La
segunda opción es irse en metro hasta la estación Chacaito, ubicarnos en la
parte de atrás de C.C. Chacaito y cercano a este lugar salen una camioneticas
hasta El Hatillo que llegan hasta el C.C. Paseo El Hatillo a solo dos cuadras
de la Plaza Bolívar. El costo del pasaje es el mismo al de una unidad colectiva
intraurbana (15 Bs para Octubre de 2015).
¿Dónde comer?
Quien
va a El Hatillo se olvida de la dieta y va por sus dulces. Justo al frente de
la Plaza Bolívar en la calle La Paz está Dulces Criollos el Hatillo, sus tortas
son las mejores que he probado en este lugar. Sus sabores son totalmente
criollitos. Ofrecen una variedad increíble,
yo les recomiendo la torta de cambur; y lo mejor de todo son los precios, la
ración de torta esta entre 150 y 200 Bs y aun mejor es que tienen punto de
venta. En el mismo local venden fresas con crema, pero los precios de estas si
son considerablemente más caras a cualquier otra fresa con crema que he probado
en distintos lugares de Venezuela, es de su elección el probarlas o no.
Muchos
dicen que si vas a El Hatillo y no pruebas la chicha de la esquina de la plaza,
es como si no hubieses estado en El Hatillo. Verdaderamente las chichas son muy
buenas, hechas de pasta, bien cremosas, bien frías y bien buenas. Los precios son razonables y
valen la pena.
¿Qué hacer en El Hatillo?
Como
les dije párrafos atrás, El Hatillo está repleto de cultura, y algo por lo que
hay que felicitar a su alcaldía y a los ciudadanos en general es porque entre
todos buscan que dicha cultura siempre salga a relucir.
Si
vas a El Hatillo no puedes dejar de:
1- Sentarte en la Plaza Bolívar tranquilamente, con un
chocolate o con una torta en la mano, total este día la dieta no importa, observar
el ritmo de vida del lugar y darse cuenta que todo gira alrededor de la plaza
que hace muchos años funcionó como el mercado del pueblo, en el que los
mercaderes y los compradores interactuaban.
2- Tomar el tour que realiza el Tranvía del pueblo, esto es
indiscutiblemente INFALTABLE si vas a El Hatillo, en él conoces muchas
historias del pueblo a la vez que vas conociendo lugares a los que sería
difícil llegar si no tienes carro particular (como al lujoso urbanismo del
Country Club), el recorrido dura aproximadamente 40 minutos, el precio es bastante económico y vale mucho
la pena.
3- Caminar por sus calles, detallar la arquitectura y entrar
a lugares que guardan tanta historia como el Museo Audiovisual Pancho Pepe Croquer
que le rinde homenaje a este locutor, narrador deportivo y corredor de
automóviles aragueño que falleció en una carrera. Además dicho museo también
guarda numerosos periódicos con titulares históricos que han marcado momento
importantes en la historia venezolana y colecciona una serie de aparatos
antiguos y algunas estatuas cuanto más curiosas como la de Charles Chaplin.
- Al salir del Museo Audiovisual Pancho Pepe Croquer se
cruza de acera y se llega a un local donde venden todo tipo de artesanía, es
increíblemente grande y guarda unos secretos estupendos solo para quien esté
dispuesto a caminar por la gran tienda de artesanía, quien sabe, quizás puedas
llegar a las Guayanas sin salir de la tienda.
- Visitar la Iglesia Ortodoxa Rumana es casi obligatorio si
quieres aprender algo nuevo y dejarte sorprender por su arquitectura y su arte
neo-bizantino. La ruta del Tranvía hace una parada en este lugar, pero por si
no tomas el tranvía quiero que sepas que esto es algo de lo que te estás perdiendo. Esta Iglesia es algo que sorprende a primera
vista, está construida totalmente de madera y con la técnica de machihembrado,
inspira una paz el solo estar en sus jardines. Altamente recomendado conocer
este lugar.
Esto
solo es una pequeña lista de las cosas que puedes hacer en El Hatillo; pero
también está la opción de visitar las ruinas de El Encantado, esta fue la
primera planta hidroeléctrica construida en Latinoamérica y la segunda del
Mundo; y si quieres más aventura puedes ir hasta el Parque Nacional Cuevas del
Indio y practicar rapel, o hacer excursión en una de las cuevas.
Por
cierto, quisiera aprovechar este medio y si alguien de la alcaldía o de
INPARQUES está leyendo esto, es necesario y URGENTE que se le preste ayuda al
P.N. Cuevas del Indio, no hay seguridad, lo cierran temprano, las cuevas tienen
señal de que hay vandalismo cerca, no te permiten disfrutar a pleno del parque,
solo te permiten llegar hasta la primera cueva, la atención del personal da
mucho que desear, te dicen “este parque es muy inseguro” pero no se molestan en
acompañarte, los caminos totalmente solos, hay un sendero que conecta con el
barrio que está al lado (situación preocupante), en fin la ayuda se hace
necesaria, NO debemos dejar perder este Parque Nacional que le pertenece a
todos los venezolanos.
Realmente espero que visiten El Hatillo, lo disfruten y lo dejen igual de limpio que como lo encontraron, les recomiendo que estén pendientes de la agenda mensual de cultura del Municipio, es muy variada y se presenta como una opción a todos los fines de semana, pueden chequearla por acá ----> http://alcaldiaelhatillo.gob.ve/vive-el-hatillo/
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