Cuando llegué a Caracas, desde mi pueblo original de residencia, en Septiembre de 2014, la Capital de Venezuela se encontraba recuperando de una jornada intensa de protestas que habían ocurrido a inicios de año. Para el momento en que llegué a Caracas reinaba una especie de normalidad, y posiciones encontradas sobre la justificación de las protestas. Para ese momento, algunos alimentos empezaron a escasear pero nadie imaginó lo que vendría luego. Mi primera semana de clase en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela en Diciembre de ese año también fue un poco intensa. La universidad se preparaba para elecciones de representantes estudiantiles tanto a nivel federativo como a nivel de facultades y escuelas. Esa primera semana de clases, algunas clases se interrumpían cuando ingresaba algún candidato al salón con autorización del profesor de turno para darnos su discurso y motivar el voto a su favor. En el primer semestre de la carrera no entie
Foto tomada de: www.hoyvenezuela.info |
Los
terminales aéreos y terrestres están siempre llenos de turistas y viajeros pero
es también el lugar en el que abundan rateros, carteristas y tramposos que se
quieren aprovechar –y que en ocasiones lo hacen- de los viajeros. “Carora,
Barquisimeto…Valencia, Maracay…Maracaibo, Cabimas”, generalmente estas ofertas
con las que te bombardean apenas vas llegando al terminal de La Bandera en
Caracas son para viajes en carro exprés y los costes son elevados.
Cuando
logras pasar la muchedumbre –que también intenta subir sin tropezar con nadie-
por la rampa mientras te ofrecen taxis y moto-taxis, otro montón de gente te
pregunta para dónde vas y te ofrece pasajes en autobús casi para cualquier lado
del país. No importa que esa persona vista con la ropa de la línea de autobuses
¡No les compres!
Si
te acercas a estas personas y te ven apurado en comprar el pasaje y además es
fin de semana un pasaje para Maracaibo, por ejemplo, puede pasar de costar
1.000 Bs en la taquilla a 1.700 Bs (Precios Noviembre 2015). No te quisieras
ver en la situación de ser estafado por estas personas.
foto tomada de www.desdelaplaza.com |
Estas
personas son enviadas por la misma línea a ofrecer los pasajes para poder
llenar los puestos en el autobús. Aquí todo se presta para la corrupción. Lo
que hacen es cobrarte hasta el 70% adicional que se quedan ellos y entregan a
la línea lo que vale realmente el pasaje.
No
sigamos colaborando con la corrupción en Venezuela ni en ninguna otra parte del
mundo. Acércate directamente a la taquilla y compra personalmente tu pasaje, ahorras
dinero y evitas que te estafen.
Podría
decirte que lo mejor que puedes hacer es comprar el pasaje con antelación, pero
en Venezuela esto no aplica. Son pocas las líneas de viajes terrestres las que
ofrecen comprar el pasaje días antes del viaje. Generalmente te venden el
pasaje el mismo día. Incluso puedes llegar a ni siquiera comprar un pasaje
formalmente, por ejemplo: para hacer la ruta Caracas-Valencia o Caracas-Maracay
esperas que llegue la camioneta al terminal, te montas y cuando va en carretera
el colector te cobra un monto estipulado.
La
red de transporte en Venezuela es medianamente buena, pero en definitiva el
sistema de comprar un boleto de viaje y la infraestructura de los terminales es
algo que se debe mejorar grandemente. La desorganización, la suciedad, el
comercio ilegal y la viveza reinan en los pasillos de cualquier terminal
venezolano.
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