La
Laguna de Tacarigua es una de las lagunas costeras que se encuentran en
territorio venezolano. Está localizada en la depresión de Barlovento en el
Estado Miranda. La laguna y gran parte del terreno que la rodea fue declarada Parque
Nacional en el año 1974 para proteger la riqueza biológica que presenta, siendo
uno de los lugares con mayor biodiversidad en toda Venezuela. En su ecosistema
hacen vida cuatro de los siete manglares que se encuentran en nuestro país, todos
ellos protegidos a nivel mundial por la ONU. Además, es en este Parque Nacional
donde anidan 4 de las especies de tortugas marinas que están amenazadas a nivel
mundial por el riesgo de extinción.
La
Laguna recibe el agua del río Guapo, pero las sequías han hecho que el nivel de
agua en la laguna haya descendido. Además, una de las principales características
de esta masa lacustre es que se comunica con el mar a través de una boca, que
con el paso del tiempo –como proceso natural- se va cerrando por los sedimentos
arrastrados por las olas del mar. INPARQUES ha descuidado totalmente el
mantenimiento de la boca y ésta no se ha abierto en meses, por lo tanto, los
bancos de arena impiden la renovación del agua haciendo necesaria –en el caso
actual- la utilización de maquinarias.
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Imagen satelital de la Boca de la Laguna |
Los
sedimentos no solo se depositan en la boca de la laguna, también lo hacen en su
interior. A principios del siglo XX la laguna tenía una profundidad aproximada
de siete metros, contrastante con el metro y medio de profundidad con la que
cuenta actualmente. La laguna está recibiendo poca agua debido a la sequía de
su principal afluente y combinado con la obturación de la boca y el proceso
natural de evaporación, la laguna se está
haciendo casi imposible para navegarla –incluso en kayak- y con el incremento
de la salinidad del agua –debido a la misma evaporación- se está poniendo en riesgo la vida de muchas
especies –como el caimán- que se encuentran en este hábitat.
La
fauna que habita en la Laguna de Tacarigua no solo está sufriendo los efectos
de la sequía y la incompetencia de INPARQUES, también la pesca ilegal amenaza
con desaparecer al lebranche, al róbalo y otras especies acuáticas. Pescadores
armados con redes de ahorque, las cuales están prohibidas y su utilización es
penada por la ley, merodean la zona y extraen distintas especies para su
comercialización.
Como
si fuera poco, recientemente se han adjudicado unos terrenos cercanos a la
Laguna para proyectos urbanísticos y turísticos, ¿el problema? La tala del
mangle que se realiza para poder realizar estos proyectos que no evalúan el
impacto medioambiental que representan. La degradación del ecosistema de la
Laguna de Tacarigua lleva años y las autoridades no prestan atención a lo que
esto representa.
En
estos momentos se realiza en Francia la 21° Conferencia sobre el Cambio Climático
y, la delegación de un país que en 2014 eliminó el Ministerio del Ambiente aboga
por un acuerdo “justo y equitativo” responsabilizando a las potencias de los
males climáticos que atacan al mundo e ignorando por completo los problemas de
casa, resultados de un modelo medioambiental fracasado que están llevando a que
la Laguna de Tacarigua se convierta próximamente en la escena de un gran ecocidio.
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