Por primera vez en 25 años pareciera ser que mi país, Venezuela, tiene una oportunidad real de lograr un cambio de gobierno por la vía democrática del voto. Sin embargo, intento no emocionarme y mantener mi esperanza al mínimo. La desesperanza aprendida y la indefensa adquirida ya son parte de mi mecanismo de defensa para enfrentar la realidad de mi país. Hemos pasado demasiadas cosas en los últimos años. No quiero ilusionarme en vano. En mi país, tenemos una relación complicada con las elecciones. Conscientemente, unos días antes de las elecciones me abastecí de alimento, porque uno nunca sabe qué pueda ocurrir, y si algo ocurre lo mejor es que te agarre con alimento en casa. En Catia, el barrio donde vivo, se escucha “compren velas, por si acaso”. Todo parece estar normal, sin embargo, tengo una semana que no logro dormir más de 4 horas en la noche. La ansiedad toma mi cuerpo y trato de poner en práctica todas las herramientas que conozco para gestionarla. Un dolor de cabeza aparec
Cada
18 de Noviembre, Maracaibo se viste de gala para homenajear a su patrona, la
Virgen de Chiquinquirá. La imagen de la Chinita –como también se le conoce a
esta advocación de la Virgen María- fue encontrada por María Cárdenas, una
habitante del barrio el Saladillo que se encontraba lavando la ropa en el Lago
de Maracaibo.
Fue
aproximadamente en 1709 cuando una tablita con algunos retazos llegó a las
manos de María quien consideró que le serviría para tapar una tinaja que tenía
en su casa. Una vez en la casa, la señora Cárdenas comenzó a escuchar unos
golpes que venían de la tablita que había recogido y vio como pareciera
pintarse de oleo los viejos trazos y aparecer ante ella la imagen de una
virgen.
¡Milagro!
¡Milagro! Se gritaba en las calles del Saladillo comenzando así la devoción
hacia la Chinita cuya imagen descansa en la Basílica de la Chiquinquirá y San
Juan de Dios.
La
imagen venezolana se considera original, pero también se considera así a la
imagen colombiana. ¡Si, hay dos chinitas!. La imagen colombiana data de 1562
cuando fue encomendada para una capilla por orden de un fraile dominico, tiempo
después esta imagen fue abandonada y utilizada incluso para secar granos al
sol.
La
imagen se había deteriorado mucho y en 1586 una señora se dedica a recuperar la
capilla donde se encontraba la imagen y ese mismo año la virgen se le manifestó
cuando el cuadro sin vida y opaco comenzó a brillar y las roturas se habían
reparado pareciendo recién pintado. Hoy la Virgen de Chiquinquirá es la Patrona
de Colombia.
La
imagen venezolana tiene una gran cantidad de tesoros que han sido ofrendados
por sus feligreses y que se conservan en la Basílica. Desde coronas de reinas
de belleza hasta guantes de oro ofrendados por boxeadores. La corona de la
Virgen pesa 10kg y es de oro puro 18kl, su relicario es de plata enchapada en
oro y su cetro también es de oro.
La
devoción hacia la Virgen de Chiquinquirá ha cruzado fronteras y se venera
también en Perú y España, y seguirá llegando a donde quiera que esté algún
zuliano. Ella es su madre, su protectora, su Chinita, por eso la veneran, la
admiran y la aman.
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