Por primera vez en 25 años pareciera ser que mi país, Venezuela, tiene una oportunidad real de lograr un cambio de gobierno por la vía democrática del voto. Sin embargo, intento no emocionarme y mantener mi esperanza al mínimo. La desesperanza aprendida y la indefensa adquirida ya son parte de mi mecanismo de defensa para enfrentar la realidad de mi país. Hemos pasado demasiadas cosas en los últimos años. No quiero ilusionarme en vano. En mi país, tenemos una relación complicada con las elecciones. Conscientemente, unos días antes de las elecciones me abastecí de alimento, porque uno nunca sabe qué pueda ocurrir, y si algo ocurre lo mejor es que te agarre con alimento en casa. En Catia, el barrio donde vivo, se escucha “compren velas, por si acaso”. Todo parece estar normal, sin embargo, tengo una semana que no logro dormir más de 4 horas en la noche. La ansiedad toma mi cuerpo y trato de poner en práctica todas las herramientas que conozco para gestionarla. Un dolor de cabeza aparec
1- Isla Ratón: Isla fluvial de 40 km2 ubicada en el estado Amazonas en el majestuoso Rio Orinoco. Esta isla sirvió para delimitar las fronteras colombo-venezolanas y está habitada por indígenas de distintas etnias.
2- Salto Ángel: La caída de agua más alta del Mundo protegida por el
imponente Auyantepui al Sureste del país en el macizo Guayanés.
3- Delta del Orinoco: Es un sueño para mi pasearme entre los palaf
4- Sierra de Perijá: En el estado Zulia, esta sierra que es una ramificación de
la Cordillera de los Andes es uno de los lugares menos visitados y que esconde
maravillas. Es tierra de los Indígenas Yukpa y de unas luchas que nunca acaban.
5- Parque Nacional Yurubí: Si hay verdes y agua a los alrededores seguramente me
gustará. Ubicado en el estado Yaracuy este parque nacional cuenta con uno de
los bosques de montaña mejor preservados del país.
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