En 1990, el medio de comunicación ruandés pro-genocidio llamado Kangura publicó lo que se conoció como "Los Diez Mandamientos Hutu", y dichos mandamientos fueron como ley divina para un pueblo profundamente devoto de la fe. El desarrollo de la compasión es lo que nos caracteriza como seres humanos, y el octavo mandamiento llamaba a la cancelación de esta cualidad y emoción, lo que es igual a pedirle a seres humanos que dejen de ser humanos. En todo conflicto, es fácil sentirse identificado con las víctimas y sentir compasión por ellas. ¿Saben que es lo difícil? Identificarse con los perpetradores de los hechos y sentir compasión por ellos. Durante los primeros días en Ruanda mi mente inconscientemente intentaba identificar a las personas en la calle de acuerdo a su pertenencia a una etnia en específico. Me sentí muy culpable y avergonzado. Quería saber quienes eran víctimas y quienes podían haber sido potenciales victimarios. Cuando fui al Museo "Campaña contra el G
Entre un Zumba que Zumba o un Guayacán, carne en vara, gente, risas, bailes y licor -mucho licor- se disfruta una Parranda en el Llano Venezolano. Una alegría desbordante típica del llanero impregna el lugar y una carne en vara se cocina aderezada solo con sal. Cuando la cerveza y el licor empiezan a hacer de las suyas comienzan a salir los copleros y vegueros a demostrar con cantos de qué está hecho el llano.
Las
parrandas comienzan generalmente cuando se acerca el mediodía y se extienden
hasta la media noche o incluso hasta el siguiente día. Para que empiece la parranda lo más importante
es la cerveza y la música. Un cuatro o una bandola son infaltables. Estos
instrumentos no paran de sonar en ningún momento y la parranda se pone más
emocionante cuando comienza el contrapunteo.
La improvisación es el talento que sale a relucir durante el contrapunteo
donde cantan sus problemas y los resuelven de una manera jocosa.
Un ejemplo de contrapunteo
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Junto a un coplero en los llanos guariqueños |
No
queda más que agradecer a nuestro gran y fuerte
mestizaje que han derivado en una cultura tan rica y variada como la
venezolana. Estas tradiciones llaneras valen la pena vivirla, al menos en una
ocasión. ¡Que sabrosa es una parranda llanera! ¡Que viva el llano venezolano!
PD: Me disculpo por haber abandonado el blog durante las ultimas 3 semanas, pero me tomé unas vacaciones navideñas. No queda mas que desearles que tengan todos un increíble Año 2016 y a seguir pateando país. Ya vuelvo a publicar entradas como antes, cada miércoles (como hoy) y sábado.
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