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Sobre la búsqueda de mis orígenes

Cuando llegué a Venezuela desde Nepal, lo hice estando bastante enfermo. Mi estadía en Nepal me había activado varios virus que desconocía hasta ese momento. Estuve en varias consultas médicas con distintas especialidades tratando de buscar un diagnóstico, y con cada uno de los médicos que visitaba se abría una nueva historia clínica, que implica en primer lugar la búsqueda de antecedentes de cualquier tipo de  patología. Todo iba bien con los antecedentes maternos, tenía toda la información que me solicitaban: antecedentes de diabetes, hipertensión, cáncer, etc. Pero cuando implicaba dar información sobre mi papá, solo se oía el silencio. A ver, conozco a mi papá, crecí con él, tengo la fortuna de tenerlo aún conmigo, tiene más de 35 años de casado con mi mamá, somos cercanos, pero él siempre ha sido un hombre sano, o al menos eso creemos todos. A mi papá no le gustan los hospitales ni nada de lo que tenga que ver con chequeos médicos, de mi papá desconozco hasta el tipo de sangre. Ad

El Futuro de la Democracia en América Latina

Si los antiguos griegos pudiesen observar cómo funciona nuestro sistema democrático actual dirían indudablemente que somos gobernados por una tiranía. El surgimiento de la Democracia Representativa, el mal ejercicio por los gobiernos que dicen practicarla y el alejamiento de los ciudadanos de la “vida pública” ha hecho que la misma se debilite y se sigan planteando dudas sobre si es o no la democracia el mejor sistema de gobierno.

El debilitamiento de la democracia en América Latina durante las dos últimas décadas ha hecho resucitar un fantasma dentro de la sociedad latinoamericana: El regreso de gobiernos “mano dura”. El daño a la economía que produjo la última crisis económica y los daños que siguen generando gobiernos populistas de todo el hemisferio a sus economías locales también han contribuido a que ese viejo fantasma salga a flote.

En 2002 ante la pregunta “Apoyarían a un gobierno autoritario si resuelve problemas económicos” realizada en una encuesta para el PNUD el 54,7% de la población encuestada –en 18 países de América Latina- estaba de acuerdo.

Comentarios en Facebook evocan nostalgia sobre Marcos Pérez Jiménez olvidando los campos de concentración y la represión de la época.  

Las dictaduras del Siglo XX siguen evocando nostalgia entre ciertos grupos de la población por su estricta manera de manejar el erario público y el progreso que lograron los países del Sur a cambio de violaciones a las libertades cívicas y políticas.

"Por que no los mataron a todos en 1964?" reza un cartel durante una protesta en Brasil en relación a la persecución que sufrieron los comunistas durante la Dictadura Militar

La frase de Bolívar “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción” sigue estando vigente. El pueblo latinoamericano tiene gran parte de la culpa de los daños políticos que ha sufrido y que seguirá sufriendo hasta que no madure.

Hemos entendido mal –y en ocasiones nos lo han hecho entender así- el concepto de lo que es Democracia; concepto que rescata la Carta Democrática Interamericana adoptada en 2001 por los pueblos de América y que exige de la Democracia mucho más que votos.

La Carta Democrática Interamericana les coloca el camino más difícil a gobiernos autoritarios o con escasa práctica democrática que por varias décadas habían usado la fachada de unas elecciones para vender una imagen democrática tanto a sus ciudadanos como a la comunidad internacional.

El respeto a los Derechos Humanos, el principio de división de Poderes y la alternabilidad del Poder son solo algunas de las características con las que debe contar una Democracia del Siglo XXI.

Una Democracia debe contar también con una amplia participación de los ciudadanos, a fin de cuenta eso es lo que es Democracia: “El Gobierno del Pueblo”. Pero tenemos que estar muy mal como para que el propio pueblo decida renunciar al poder que tiene dentro de una sociedad por un par de “beneficios”.

Una cosa es decir que somos demócratas y la otra es ejercer la democracia, América Latina necesita más demócratas practicantes que sepan que nuestra libertad es innegociable porque ésta no tiene precio.

Twitter: @SoyLuisAlvarado




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