En abril de 1994 inició el proceso planificado de exterminio de la etnia Tutsi en Ruanda. En el período de tres meses 1 millón de almas fueron masacradas y desmembradas con machetes a lo largo y ancho de este país, esto equivale a la mitad de la población de Caracas. Dos tercios de la población de Ruanda fue desplazada, 2 millones de personas se refugiaron en países vecinos. Las mujeres y los niños fueron los principales objetivos del genocidio para evitar que otra generación de esta etnia volviese a emerger. El mundo observó desde lejos lo que ocurría y no hizo nada. Este es el hecho histórico que más verguenza genera en la comunidad internacional. ¿Cuanto odio es necesario para que esto ocurriera? Mucho. Este odio impulsado desde la prensa y fundamentado en divisiones coloniales y en rencores de la élite política fue el motor que movilizó el genocidio. En Ruanda, nadie entiende bien como sucedió, muchos aún hoy no pueden creer lo sucedido. Es un proceso social traumático que aún
El apoyo a los jóvenes tiene
que ser permanente, que ellos sepan que alguien está a su lado y que existen
las posibilidades a través de las cuales ellos verán sus sueños convertidos en
realidad. SCITIS fue un programa de formación llevado a cabo en Octubre del año
2016 dirigido a impulsar el liderazgo y promover el pensamiento crítico en los
jóvenes de Venezuela.
Los jóvenes seleccionados
participaron en un programa de formación innovador que comprendió clases,
sesiones de debate y múltiples experiencias vivenciales que le permitieron
conectarse con las distintas realidades de nuestro país.
Luis Alvarado Bruzual, como
Director Ejecutivo de SCITIS resaltó la importancia del trabajo en red entre
distintas organizaciones privadas, públicas y sin fines de lucro para el logro
del objetivo final de este programa, durante el cierre del mismo que tuvo lugar
en la Universidad Metropolitana (UNIMET), el 29 de Octubre de 2016.
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