Por primera vez en 25 años pareciera ser que mi país, Venezuela, tiene una oportunidad real de lograr un cambio de gobierno por la vía democrática del voto. Sin embargo, intento no emocionarme y mantener mi esperanza al mínimo. La desesperanza aprendida y la indefensa adquirida ya son parte de mi mecanismo de defensa para enfrentar la realidad de mi país. Hemos pasado demasiadas cosas en los últimos años. No quiero ilusionarme en vano. En mi país, tenemos una relación complicada con las elecciones. Conscientemente, unos días antes de las elecciones me abastecí de alimento, porque uno nunca sabe qué pueda ocurrir, y si algo ocurre lo mejor es que te agarre con alimento en casa. En Catia, el barrio donde vivo, se escucha “compren velas, por si acaso”. Todo parece estar normal, sin embargo, tengo una semana que no logro dormir más de 4 horas en la noche. La ansiedad toma mi cuerpo y trato de poner en práctica todas las herramientas que conozco para gestionarla. Un dolor de cabeza aparec
Sobrevolaba el Lago Victoria en mi camino a Kigali, Ruanda desde Nairobi Kenia, cuando de pronto no pude contener mis lágrimas, en ese preciso momento supe que este sería un viaje transformador, y que sólo debía dejarme guiar y permitirme sentir.
Tomé un par de cervezas en el avión para celebrar ese momento. Luego de 3 días de viaje estaba llegando a mi destino y poder ver desde los cielos el Lago Victoria es una gran recompensa, es majestuoso, enorme, lleno de varios islotes, y aguas de distintos azules.
Vine a Rwanda para aprender sobre procesos locales de construcción de paz y aprender sobre procesos de perdón y reconciliación nacional. Me sorprende una ciudad muy verde, limpia y unas personas pausadas, nobles, delicadas, calmadas.
Hago un gran esfuerzo para que mis expectativas y la información (y desinformación) que manejo no afecte mi interpretación del viaje y de este maravilloso país. Me abro a permitirme sentir cada momento del viaje y a entender y respetar con humildad un proceso que aunque no es mío, este país está dispuesto a mostrarme.
Me siento privilegiado, agradecido y feliz de estar acá. Siento el poder de esta región del mundo. Somos uno.
Luis Alvarado Bruzual
Kigali, Rwanda
Mayo 3, 2022
Comentarios
Publicar un comentario